Un dovere morale Una lotta costante
Mondo Latino

HISTORIA ECUATORIANA

El 5 junio 1895,
el general Eloy Alfaro
proclama el triunfo de la
revolución liberal La primera etapa de la historia del Ecuador se remonta hasta las sociedades aborígenes, hace aproximadamente 15.000 a 20.000 años a.C. Aquellos pueblos tuvieron su propia organización social, con creencias, ritos y ceremonias propios, y una economía basada principalmente en la recolección y la agricultura. Vestigios de su existencia se pueden encontrar en distintas partes del país, principalmente en los centros ceremoniales y espacios arqueológicos descubiertos. Su existencia se prolongó hasta el siglo XVI, cuando llegaron los conquistadores españoles. Científicos y estudiosos dividieron aquella etapa en cuatro períodos: Paleoindio o Precerámico, Formativo, Desarrollo Regional, Integración e Incaico.

La Cordillera Central de Los Andes fue el lugar de asiento del imperio Inca. En una extensión que sobrepasó los cuatro mil kilómetros cuadrados, se extendía desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile, a lo largo de un territorio denominado Tahuantinsuyo. Los incas integraron así una vasta población de decenas de etnias con lenguas, costumbres y economía basada en el aprovechamiento de la tierra. En el Ecuador, este pueblo se expandió a todo lo largo de Los Andes, ocupó algunas regiones de la Costa y ejerció notable influencia en Quito.

En 1532 se inició el fin del Tahuantinsuyo con la prisión de Atahualpa. Duros enfrentamientos se produjeron entre los europeos y los incas, que se resistieron a ser conquistados. Para los españoles, América constituía un territorio lleno de riquezas, aprovechadas en función de la Corona. Francisco Pizarro y Diego de Almagro fueron los principales protagonistas de la época y sometieron de manera sangrienta a los pueblos nativos. Varias fueron las estrategias aplicadas por los europeos, entre ellas la catequización y la utilización de caciques indígenas rivales entre sí.

LA EPOCA COLONIAL. La Real Audiencia de Quito se estableció en 1563, como una instancia administrativa dependiente de la Corona de España. Se extendía, por el norte, hasta Pasto, Popayán, Cali, Buenaventura y Buga, en el actual territorio de Colombia, y hasta Piura, en el Perú, por el sur. Su primer presidente fue el español Hernando de Santillán. Desde sus inicios hasta el siglo XVIII, la Audiencia de Quito fue parte del Virreinato del Perú. Luego pasó a órdenes del Virreinato de la Nueva Granada, con sede en Santa Fe, hasta que, tras la supresión de éste, volvió a depender del Virreinato del Perú. Sin embargo, más tarde, el rey Felipe V determinó que volviese a ser parte de la Nueva Granada, tras ser restablecido este Virreinato. Judicial y socialmente, la Audiencia de Quito debía seguir los lineamientos del Virreinato del cual formaba parte.

La desconfianza fue parte de la sociedad colonial debido a la ambigua situación en que se desenvolvía la Audiencia de Quito. El marqués de Selva Alegre (1753) centralizó el Estado y estableció el monopolio del alcohol y del tabaco. Por ello se produjo la conocida Rebelión de los Estancos, a la que se sumaron otros levantamientos de los nativos. Luego vinieron reorganizaciones administrativas que permitieron mayores ingresos fiscales. A fines del siglo XVIII ocupó la Presidencia Luis Francisco Héctor, Barón de Carondelet, quien consiguió mayores atribuciones para Quito como el control de la Superintendencia de la Real Hacienda y la creación de una Capitanía General.

INDEPENDENCIA. La decadencia social se aceleró en la segunda mitad del siglo XVIII. Son varios los factores a los que los historiadores atribuyen la caída del sistema colonial. Uno de ellos, el fin de la producción de plata en Potosí. La elaboración de textiles se redujo notablemente. Las reformas introducidas limitaron también el poder de las élites privadas. La Independencia se produjo entre finales del XVIII y las primeras décadas del siglo XIX. Sus causas fueron de origen externo e interno. Una de ellas, la influencia de la Revolución Francesa en la región.

El proceso de Independencia del Ecuador tuvo dos momentos fundamentales. El primero o de la "Revolución Quiteña" (1809-1812), cuando se declaró la independencia sin conseguirla. En el segundo (1820-1822) las fuerzas patriotas terminaron imponiéndose. En Quito las clases dirigentes trataron de establecer un proyecto político-económico original, pero fracasaron. Para comprender su alcance y su fracaso, hay que analizar hechos como los recortes en la jurisdicción territorial, la fragmentación de la presidencia y la incapacidad de los gobernantes. La principal causa que motivó la independencia de España fue la crisis que vivía la Corona española, provocada básicamente por la invasión de Napoleón a España, en 1808. Cuando se enteraron de ello, las clases dirigentes quiteñas empezaron a analizar las implicaciones de tales acontecimientos, y decidieron que era necesario tomar el poder.

SIGLO XIX. Luego de la Independencia, las tres ciudades más importantes del país, Quito, Guayaquil y Cuenca, se incorporaron a la Gran Colombia en 1822, en diferentes fechas. Bolívar asumió la presidencia de esta nueva nación conformada además por Venezuela y Nueva Granada. Con objetivos de organización administrativa, el territorio se dividió en los departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito. Pero la integración de estos pueblos generó resistencias y problemas debido al surgimiento de intereses y ambiciones particulares a lo largo del proceso, todo lo cual contribuyó a su desintegración.

Tras el fracaso de la Gran Colombia, se creó la República del Ecuador en 1830. Desde entonces las luchas políticas han caracterizado la vida republicana. El nuevo Estado no consiguió integrar a sus diferentes regiones. Sierra y Costa se desarrollaron por caminos diferentes. Así mismo, se formaron poderes locales autónomos que entraron en conflicto con el Estado y que, además, manejaban sus propios recursos. Tampoco existía una moneda unificada, lo cual afectaba seriamente la existencia de un poder central.

En 1833 estalló una guerra civil entre los conservadores en Quito y los liberales, la cual dio pasó a una serie de conflictos de los que surgieron regímenes dictatoriales. En 1895 la Revolución Liberal comandada por Eloy Alfaro llevó a este al poder, dictándose durante su segundo período (1907-1911) una constitución liberal. Alfaro fue asesinado en 1912 y el país quedó bajó la influencia económica del imperio británico.

En 1941, tras una breve guerra con Perú, Ecuador renuncia a sus reivindicaciones de soberanía sobre una extensa parte de la Amazonía, firmando en 1942 el Protocolo de Paz de Río de Janeiro, el cual establece la frontera entre ambos países. Gran parte de la frontera quedó sin ser demarcada, hecho que daría lugar a posteriores conflictos. Durante el período 1944-1972, la figura de José María Velasco Ibarra gravitó de manera decisiva sobre el panorama político ecuatoriano. Este dirigente de fuerte personalidad y gran orador fue presidente en cinco ocasiones apoyado unas veces en movimientos de izquierda y otras en partidos conservadores, pero siempre impulsado una política esencialmente populista.

Como reacción al último gobierno de Velasco Ibarra, se instauró una Junta Militar en 1972 que impulsó una política de corte intervensionista y socializante, influida por el régimen de Velasco Alvarado en Perú. Sin embargo, el fracaso económico y la inviabilidad del propio régimen condujeron a la transición hacia la democracia. En 1972 empresas norteamericanas comenzaron a exportar petróleo, con lo que el Ecuador se convirtió, después de Venezuela, en el segundo país exportador de petróleo de Latinoamérica.

Un referendum sobre el proyecto de una nueva constitución y la puesta en marcha de una elección presidencial futura se desarrollaron en 1978. Fue Jaime Roldós Aguilera quien fue elegido en 1979 y la nueva constitución tuvo efecto. En el exterior, un comienzo de lucha fronteriza degeneró en conflicto armado con Perú, y acabó en marzo de 1981, por arbitraje internacional. En mayo de 1984, León Febres Cordero Rivadeneira devino nuevo jefe de estado ecuatoriano; orientó su política económica hacia un cierto liberalismo. Pero su gobierno debió hacer frente a rebeliones militares repetidas, entre ellas una revuelta en enero de 1987.

En 1992, Sixto Durán fue el sucesor de Borja, representando a un nuevo partido de derecha el Partido de Unidad Republicana. Las dificultades políticas y económicas caracterizaron el mandato de Durán y un grave escándalo de corrupción en 1995 acabó con la credibilidad del gobierno. En mayo de 1996, el líder exéntrico y carísmatico del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), Abadalá Bucaram Ortiz, ganó las elecciones presidenciales, la victoria del PRE fue una respuesta populista contra el gobierno anterior y un voto de protesta contra los partidos tradicionales. La actitud irresponsable y la conducta del gobierno hicieron que el Congreso destituya al Presidente en febrero de 1997. Acusado de corrupción, Bucaram huyó a Panamá para escapar a la justicia. El Presidente del Congreso, Fabián Alarcón, ocupó provisioriamente la presidencia.

En las elecciones de 1998, el ex-alcalde de Quito, Jamil Mahuad, del partido de centro-derecha, Democracia Popular, fue elegido presidente. Bajo su gobierno el conflicto con Perú quedó definitivamente zanjado. A consecuencia del aumento de precios, estallaron protestas sociales, por lo que el gobierno declaró a comienzos del 2000 el dólar norteamericano como moneda nacional, hecho que trajo protestas públicas y paros generales. Mahuad fue destituido por un golpe militar, entregando la junta el poder al Vicepresidente Gustavo Noboa Bejarano debido a la presión internacional. Noboa, no obstante, continuó con el proceso de dolarización de su antecesor.

Fuente: www.vivecuador.com/html2/esp/historia.htm y www.ecuador.us/historia.htm