Durante el año 2005, según lo reporta el DANE, la economía colombiana creció en 5.21% comparada con el año 2004, superior a Ecuador, Brasil y México (3.3%, 2.3%, y 3.0% respectivamente) e inferior a Venezuela, Argentina, Chile y Perú (9.3%, 9.2%, 6.3% y 6.6%, en su orden).

Aunque la economía ha venido experimentando un crecimiento sostenido desde el año 2000 (2.95% en el 2000, 1.66% en el 2001, 2.26% en el 2002, 4.01% en el 2003, 4.87% en el 2004 y 5.21% en el 2005), está en discusión la sostenibilidad de dicho crecimiento; pues los sectores que han venido estimulándolo han sido construcción (12.57%), servicios de intermediación financiera (8.52%) y comercio, restaurantes y hoteles ( 9.21%), los cuales no poseen la capacidad por sí mismos de proporcionar valor agregado en el largo plazo, no influyen significativamente en las exportaciones, no son competitivos en el mercado internacional y, por lo tanto, no son fuente de cambios tecnológicos.

El nivel de desempleo se redujo de 12.1% a 10.4%, la inflación mantuvo su tendencia decreciente al pasar de 5.5% a 4.85% y las tasas de interés de los diferentes activos financieros se ubicaron en los niveles históricos más bajos de las últimas décadas, en particular en el caso de los TES. Después de la revaluación del 14% en 2004, el peso se continúo apreciando con una disminución de 4% en el valor de la tasa representativa de mercado (TRM) al cierre del año, en razón al flujo neto de entrada de divisas al país por las menores rentabilidades de las inversiones en el exterior y la confianza en el país como se refleja en la mejora en la cotización de la deuda externa.

Sectores económicos como la construcción, el comercio y en menor medida la industria, mantuvieron un ritmo dinámico, apoyados en el importante crecimiento de la demanda, originado en el alto nivel de liquidez que se mantuvo a lo largo del año, en el crecimiento de las exportaciones, en especial hacia Venezuela, y los favorables precios de los productos primarios en los mercados internacionales.

Dentro de ese contexto, se espera que en 2006 se mantenga el crecimiento económico, quizás a un menor ritmo por las modificaciones en las condiciones de la economía mundial. Internamente se espera un cambio en la tendencia de las tasas de interés y la adopción de medidas indispensables encaminadas al saneamiento de las finanzas públicas.

Colombia fue en el 2004 el tercer país de Latinoamérica con el mayor flujo de remesas, al recibir US$3.857 millones provenientes de sus casi cuatro millones de emigrantes, reveló ayer el Banco Interamericano de Desarrollo, BID. La institución consideró que las remesas se han convertido en un importante soporte financiero de las principales economías latinas, entre ellas la colombiana. Según el Gobierno colombiano, las remesas representan hoy el 3,9% del Producto Interno Bruto, PIB, convirtiéndose en la segunda fuente de divisas para el país, después de las exportaciones petroleras, que sumaron en 2004, US$4.179 millones y es posible que si continua con su actual dinamismo, a finales de 2005, según cálculos de Proexport, las remesas superarán los ingresos por exportaciones petroleras.

Las remesas, además, superan de lejos los ingresos por exportaciones de café, que en el 2004 sumaron US$1.053 millones. De acuerdo con el BID este tipo de dineros están implicando cambios muy importantes en las estructuras económicas de los hogares de las regiones del país que presentan alta incidencia del fenómeno migratorio, tales como Valle, Antioquia, Atlántico, Cundinamarca y Bogotá. La mayor parte de las remesas son utilizadas por las familias en vivienda, compra de bienes y en el pago de mesadas educativas.

El cuadro de la economía colombiana no es completo sin mencionar la llamada econom&icute;a paralela, es decir, el tráfico y el contrabando de cocaina y marihuana, cuyas entradas son estimadas en el doble de las recibidas por las exportaciones de café.