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Ciudad de Panamá, a principios de los años cincuenta. Rubén Blades, un niño de apenas cuatro años de edad, nacido en el seno de una familia trabajadora del barrio antiguo de la ciudad, ya sabía leer y escribir gracias al empeño de su abuela, un personaje digno de una de sus futuras canciones que, en aquélla época, practicaba el yoga y la meditación. Ella era una feminista anticipada que mandó sólo a sus hijas al colegio, ya que consideraba que ella, más que sus hijos varones, serían las que más lo necesitaran para seguir adelante en la vida. Como consecuencia de esta decisión, la madre de Rubén aprendió a tocar el piano, sentando el precedente musical en la vida de Rubén Blades. Su padre era un hombre de cambios. Perteneciente a una familia de ascendencia inglesa que pasó de ser jockey a jugador de baloncesto y de jugador de baloncesto a detective; pero siempre manteniéndose fiel a su gran afición: la música y, más concretamente, la percusión. Para Rubén "estos cambios no deberían sorprender a nadie, sólo a los que no conocen la maravillosa realidad del Caribe, donde la gente se reinventa a sí misma". A los seis años de edad, Rubén Blades ganó un concurso de cuentos para niños de primaria. Desde entonces no ha dejado de escribir. Su infancia transcurrió en ese ambiente. "Yo no supe que mi familia era pobre hasta que salí de mi barrio". Durante su adolescencia los problemas económicos de la familia se agravaron y, por otra parte, la situación política del país con respecto a Estados Unidos se hace cada vez más difícil. Esto produce un efecto importante en la vida del joven Rubén, que le hace plantearse problemas que, hasta entonces, no se había planteado. "Hasta 1964 yo había sido totalmente pro-yanqui. En gustos, en música, en todo". Pero los sucesos de enero del 64, en los que Estados Unidos se negó a levantar la bandera de Panamá en la zona del canal y produjeron un saldo de 25 muertos, me hicieron abrir los ojos y, como yo, muchos de los que habían sido absolutamente pro-norteamericanos comenzaron a hacerse serias preguntas de índole social y político". Tras este "despertar político", Rubén Blades continúa sus estudios con regularidad y se matricula en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Panamá. Entre tanto, su afición por la música le lleva a unirse a algunos grupos musicales, como El Conjunto Latino de Papi Arozamena y a Los Salvajes del Ritmo. Con ellos realiza actuaciones esporádicas en locales públicos de la ciudad; pero la presión de sus profesores de la Facultad de Derecho, que no veían bien que un futuro abogado cantara salsa, le obligaron a dejar de lado los escenarios, pero no la música. En 1968, aprovechando las ventajas de tener un hermano trabajando en una compañía aérea, viaja a Nueva York por 20 dólares. En ésta primera visita a la ciudad contacta con Pancho Cristal, el productor de Cheo Feliciano, que ya le había escuchado cantar en Panamá, y este le propone unirse a la Orquesta de Pete Rodríguez para grabar un disco. Rubén acepta encantado y empieza así su carrera discográfica. De vuelta a Panamá, la situación política del país se hace cada vez más tensa; pero él decide acabar sus estudios a toda costa. En 1973, estando a punto de graduarse en la universidad, su padre, que en aquél tiempo pertenecía al Cuerpo de Detectives del Estado, se ve envuelto en una situación difícil cuando el General Noriega, entonces responsable de la policía secreta, acusa a un grupo de panameños de intentar asesinar al general Omar Torrijos. Su padre no es acusado directamente, pero su relación con alguno de los acusados hace que la familia tenga que abandonar el país por temor a represalias y para evitar verse envueltos en las oscuras tramas de Noriega con la C.I.A. A pesar de todos los problemas, Rubén Blades permaneció en el país hasta conseguir la graduación en sus estudios de derecho, algo que para él era una cuestión personal y moral. Una vez conseguido el título de abogado en su propio país; por un lado la repercusión en su carrera de los problemas políticos de su padre y, por otro, la perspectiva de ser abogado bajo una dictadura, las opciones con las que contaba eran la de unirse al grupo que mantenía la política dictatorial del país, algo absolutamente impensable para él, o la de marcharse a Miami con su familia, como así sucedió. Una vez en Miami, su afición por la música no encuentra impedimentos para ir desarrollándose paulatinamente hasta convertirse en su aspiración inmediata. Al poco tiempo, se traslada a Nueva York buscando la oportunidad de introducirse en el ambiente musical de la ciudad. El primer trabajo que encuentra es el de organizar y llevar el correo de la compañía discográfica Fania Records, casi un santuario para todo músico de salsa. Aunque sus obligaciones laborales están completamente al margen de la música, el contacto con figuras importantes del ambiente musical neoyorquino es constante. Su oportunidad se presenta cuanto Ray Barreto, buscando un sustituto para ocupar el puesto dejado por el vocalista de su orquesta, se entera, por medio de alguien que le había visto cantar en Panamá, de que Rubén Blades podía ser el hombre que buscaba y le hace un audición. El resultado es completamente satisfactorio y Rubén renuncia a su trabajo en la Fania, integrándose de inmediato en el grupo de Barreto e iniciando así su carrera como músico profesional. En 1976, tras resolver los inevitables problemas de inmigración, Rubén Blades ocupa el puesto de vocalista, que había dejado vacante Héctor Lavoe, en la orquesta de Willie Colón y juntos comienzan lo que sería el cambio más importante que la música caribeña ha experimentado en su historia. En el primer Lp con Willie Colón, "Metiendo Mano", dos canciones de Rubén Blades ("Plantación" y "Pablo Pueblo") se destacan y consiguen un impacto tremendo tanto entre los aficionados a la salsa como en los músicos que la interpretan. El siguiente disco, "Siembra", amplía la visión, tanto musical como social, del anterior. La repercusión de la canción "Pedro Navaja" supera todos los récords que una canción de su estilo haya conseguido nunca, convirtiéndose en uno de los temas más representativos de la música latinoamericana de todos los tiempos. El Lp superó el millón de copias vendidas y fue Nē 1 en las listas de éxitos en todos los países de habla hispana y en Estados Unidos, consiguiendo el Disco de Oro y Platino en casi todos ellos. "Pedro Navaja" abrió las puertas de la salsa a un mundo que, hasta entonces, permanecía de espaldas a su propia realidad y tiró por tierra el tópico de que ésta era únicamente una música de evasión que no tenía en cuenta la propia sociedad en la que se desarrollaba. Personas que no participaban en la salsa, porque consideraban que era una música de lumpen y proyección baja y vulgar, comenzaron a darse cuenta de la enorme influencia que ésta podía ejercer en todos los sectores sociales. La reacción del público fue inmediata. Empezó a comprender el sentido total de la música. "Esto se manifestó espontáneamente. No tuvimos ningún apoyo por parte de la industria. No fuimos una creación. Fue posible por la reacción de la gente que compró los discos e hizo posible que pudiéramos seguir grabando". En 1980, Rubén Blades descubre el cine. Un alto ejecutivo de la Fania le ofrece un papel en una película de bajo presupuesto que se tituló "The Last Fight", dirigida por Fred Williamson, que aunque no tuvo ninguna repercusión, sirvió para que él se interesara por el medio cinematográfico y conociera la forma de trabajar en él y el ambiente que lo rodea. Tras seis años con el grupo de Willie Colón, en 1982 Rubén Blades decide que ya es tiempo de independizarse y formar un grupo propio con el que profundizar en sus ideas musicales y explorar más directamente en la salsa a través de los textos. Forma Seis del Solar, un grupo que funcionaba como un laboratorio de experimentación y que se alejaba de la concepción típica de las formaciones "salseras", prescindiendo de la sección de vientos y utilizando ciertas claves cercanas al rock. Con ellos graba el álbum "Agua de Luna", inspirado en relatos cortos de Gabriel García Márquez. Con Seis del Solar consigue un premio Grammy que viene a demostrar el reconocimiento y la aceptación de su teorías innovadoras dentro de la música popular caribeña. Problemas con Fania Records hacen que Rubén Blades firme con Elektra Records. Al mismo tiempo, el grupo sigue evolucionando y se convierte en Son del Solar. Con ellos continúa la trayectoria de investigación de la realidad social de América Latina por medio de la música y añade una sección de vientos para dar mayor velocidad y movimiento a las canciones. Otro premio Grammy vuelve a reconocer su trabajo. El Lp "Buscando América" y la canción "Desapariciones" consiguen impactar al público latino. El afán de universalizar su música y desbaratar estereotipos hace que Rubén Blades se interese cada vez más en el rock como medio de experimentación y aportación de nuevas facetas a su música. Al contrario, importantes figuras del rock, como Lou Reed y Elvis Costello, se interesan también por su trabajo. El resultado es un disco en inglés ("Nothing But The Truth") con el que lleva a la práctica sus teorías sobre la conjunción y el desarrollo de distintos ritmos procedentes de diferentes fuentes culturales. "Yo no creo en la idea de que uno está condenado a hacer algo porque tiene cierto aspecto o habla cierto idioma. Par mí, la música es una cuestión universal y a mí siempre me interesaron las direcciones que me ofrecía la música en inglés. Direcciones que no podía encontrar, en términos de construcción concretamente, dentro de los ritmos afro-cubanos que yo siempre había trabajado. Quería también dejar el testimonio de una reunión de la música tropical urbana con el rock´n roll". Su segunda experiencia en el cine le permite desarrollar, de manera más consistente que en la anterior, la cualidades e intuición que posee como actor. En "Crossover Dreams" él es el protagonista principal, interpretando a un músico latino que intenta introducirse en el mercado norteamericano pero, aunque mucha gente lo pensara, no tenía nada que ver con su vida. Es un trabajo de interpretación, tan convincente, que puede dar lugar a confusiones. Esta película fue la primera realizada en Nueva York con dinero, producción, dirección, guión y actores latinos. Como consecuencia de su interpretación, le son ofrecidos diversos papeles cortos en producciones importantes, por lo que se traslada a vivir a California donde, poco a poco, va adquiriendo prestigio como actor, interviniendo en películas junto a Richard Pryor, Whoopi Goldberg y Jack Nicholson. Su primer papel importante se lo ofrece Robert Redford en "Milagro Beanfiled War", en la que interpreta el sheriff del pueblo. Paulatinamente su carrera como actor va adquiriendo mayor importancia hasta protagonizar "Dead Man Out" donde, con su retrato de un asesino condenado a muerte, consigue el Premio al Mejor Actor en películas producidas para televisión por cable. Para este mismo medio, hay que destacar su actuación en la mini-serie "The Josephine Baker History". Entre sus más recientes apariciones en la pantalla cinematográfica cabe destacar: The Two Jakes (1990), Mo' Better Blues (1990), The Super (1991), Crazy From the Heart (1991), One Man's War (1991), Latino Session (1992), Miracle on I-880 (1993), A Million to Juan (1994), Color of Night (1994), Scorpion Spring (1996), Chinese Box (1997), Roots of Rhythm (1997), The Devil's Own (1997). En 1990, Son del Solar graban un álbum de despedida en directo ("Live!") desde el Lonestar Roadhouse en Nueva York, cerrando una etapa que, si para ellos fue de logros y creación, para la música latina fue un fenómeno que permitió la expansión de los círculos en los que, hasta entonces, estaba reducida, influyendo no solamente en el panorama musical latino de los años setenta y ochenta, si no en las futuras generaciones de músicos y público que, como hoy podemos ver, ha hecho posible que la música afro-caribeña ocupe un lugar, impensable en aquella época, no sólo como forma de manifestación festiva y escapista, sino como expresión social y cultural. Y, por supuesto, también de gozo y diversión. En 1994, Rubén Blades se presentó a las elecciones presidenciales de su país natal en un intento de crear y evidenciar un movimiento social y democrático existente en el país, pero ignorado hasta entonces. Su militancia política está basada en la lucha contra la injusticia social y la defensa de la minorías étnicas, culturales y sociales. "En ningún momento, -explica Rubén-, pensé en llegar a presidente o nada por el estilo y, si lo hubiera conseguido, no hubiera sido por deseos de poder. Lo que pretendíamos era poner de manifiesto que hay una parte importante de la población panameña que no está de acuerdo y no se identifica con la política que se les ha impuesto. La campaña que realizamos consiguió sus propósitos totalmente". Rubén Blades inaugura la década de los noventa firmando contrato con Sony Music International, A&R Development New York, que abre una nueva etapa en su carrera. Sus últimos álbumes, "Caminado", "Amor y Control" y "La Rosa de los Vientos", conforman una trilogía en la que su obra definitivamente se encamina hacia la universalización de los ritmos y estilos que conforman la música latina. En su álbum más reciente, "Tiempos", Rubén Blades ha dado un paso más en su afán de "culturizar" y engrandecer los ritmos latinos; para ello no ha dudado en incorporar elementos de música clásica contemporánea, como base a todo un despliegue de genio, originalidad y compromiso, tanto musical como social. El resultado es un álbum excepcional destinado hacer historia. En 2002 lanzó 'Mundo', un disco que tuvo gran acogida y que como tantas otras veces lo ha llevado de gira por todo el mundo dejando muy en alto la cultura caribeña. El próximo reto que tiene Rubén delante de si es asumir el Ministerio de Turismo de su país. Dirigirá el Instituto Panameño de Turismo (IPAT), el cual será elevado muy pronto a rango ministerial. Actualmente, Rubén Blades sigue siendo un embajador de la música latina, un valiente creador de nuevos ritmos y un poeta que en cada una de sus letras expresa su preocupación por el destino de una Latinoamérica que lucha por salir adelante. Fuente: orbita.starmedia.com/efepe2/ |