|
Rubén Darío es considerado por muchos eruditos como el Príncipe de las letras castellanas. Es el más sobresaliente de los poetas nicaragüenses. Nació en Metapa, hoy Ciudad Darío, en Matagalpa, Nicaragua el 18 de enero de 1867. Murió en León, Nicaragua, el 6 de febrero de 1916. De padres separados (Manuel Dario y Josefa Sarmiento), el lugar de nacimiento de Rubén fue casualmente en Metapa en el transcurso del viaje que estaba realizando su madre con destino a Honduras. Rubén se consideraba de León donde se crió con su abuela y en donde pasó su niñez. A la edad de 14 años su abuela lo llevó a Managua, donde pronto se le conoció como erudito, escritor, y artista prodigio. Era sólo un adolescente cuando ya leía a los poetas franceses, poseía una superdotada memoria, gozaba de una creatividad y retentiva genial, y era invitado a recitar poesía. Trabajó en la Biblioteca Nacional de Managua; pero fue cuando estudió las nuevas corrientes poéticas europeas, durante su estancia en Santiago de Chile, ciudad adonde llegó en 1886, cuando consolidó su cultura literaria. En 1887 publicó tres libros de poemas "Abrojos", "Canto épico a las glorias de Chile" y "Rimas". Al año siguiente, saldría a la luz "Azul...". Todas estas obras, superlativamente geniales, sentarían las bases del modernismo y llamarían la atención de todas las críticas, especialmente del escritor español Juan Valera y del uruguayo [[José Enrique Rodó]. Volvió a Nicaragua y se casó en 1891 con Rafaela Contreras, quien moriría 2 años más tarde después de tener su primer hijo. En 1892 representó a Nicaragua en los actos de conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América. Seguidamente se desplazó por los Estados Unidos de Norte América, Chile, y Francia acabando en la Argentina. En Buenos Aires, trabajó para el periódico "La Nación" y en calidad de corresponsal de ese medio; se desplazó a Europa en 1898 viviendo entre París y Madrid, ciudad en la que conoció en 1900 a Francisca Sánchez, que sería su compañera hasta el final de sus días. Con ella tuvo un hijo en 1907 que nació en París. En este período tuvo ocasión de frecuentar a los componentes de la generación del 98 de escritores españoles: Unamuno, Valle-Inclán, Machado, Azorín, Baroja, Juan Ramón Jiménez y otros. Reconocido ya como poeta fue nombrado embajador de Nicaragua en España en 1907. En 1913, se refugió en Palma de Mallorca en medio de una gran crisis religiosa y mística hasta que en 1915 regresó a Nicaragua, ya muy deteriorado por el alcohol y la enfermedad, donde murió al año siguiente. Está enterrado en la Catedral de León. Reconocido como jefe de filas del movimiento modernista, y más tarde proclamado por sus contemporáneos los más prestigiosos escritores de España e Ibero América como el Padre del modernismo. Editó sus primeros poemas como una mezcla de romanticismo y tradicionalismo. Era admirador de Bécquer al que dedicó su libro "Rimas" y Víctor Hugo. Azul... fue la obra por la que Rubén Darío fue considerado como el iniciador de una nueva época en la poesía de la lengua española. El genio de Darío es reconocido rápidamente. Sin su influencia, quedaría aún inexplicada e incompleta la historia de la literatura en la lengua castellana. El contacto con los poetas parnasianos y simbolistas transformó su concepción poética en una expresión más universal. Esta poesía se empeñaba en revelar la vida cotidiana mediante la literatura con la utilización de figuras retóricas y símbolos. "Prosas profanas" (1896 y 1901) es muestra de ello, abunda en simbolismos y en imágenes exóticas, mezcla el amor y el arte haciendo que este último esté por encima del primero. "Cantos de vida y esperanza", "El canto errante" y "Prosas profanas" hacen que Darío alcance su madurez lírica. La abundancia de elementos decorativos y resonancias musicales hacen que su poesía sea refinada y elevada y que muestre muy acertadamente los gustos y sentimientos de su época. Rubén Darío tuvo también una faceta de poeta social y cívico. Compuso poemas para exaltar héroes y hechos nacionales, así como para criticar y denunciar los males sociales y políticos. En "El canto errante" y "A Roosevelt", hay una exposición del descubrimiento y conquista de América y una critica al materialismo de los anglosajones. Como obra menor en 1896, durante su estancia en Buenos Aires, publicó una colección de artículos llamada "Los raros", dedicada a personajes literarios como José Martí, Ibsen y Poe, a quienes consideraba próximos en la renovación literaria que llevaba a cabo. En prosa destaca "Peregrinaciones" (1901) diario personal e histórico basado en las experiencias de sus viajes y estancias en países extranjeros. Darío es indiscutiblemente el máximo exponente del cosmopolitismo latinoamericano y el progenitor irrefutable del movimiento modernista que tanto influyó sobre toda la literatura de habla española. Con su investidura de diplomático, viajó por Europa y América en calidad de cónsul y embajador de su país. Permaneció largas temporadas en Buenos Aires, París y Palma de Mallorca. Rubén Darío, hito de la literatura en la lengua española, favoreció el encuentro entre la literatura en español de ambos lados del Atlántico. Junto a Gustavo Adolfo Bécquer inició la recuperación de la poesía española que acabaría en la generación del 27 y daría figuras como Juan Ramón Jiménez. |
NOCTURNO Los que auscultasteis el corazón de la noche,
|